El valor de este recurso para los pacientes, en no pocos casos, representa todo, incluyendo la diferencia entre salud y enfermedad y quien sabe si entre vida y muerte.
Si usted como paciente tiene las condiciones clínicas adecuadas para que los efectos de la radioterapia, ella es su salvación.
De entre todos los recursos para reconfigurar las lesiones de cáncer, la radioterapia es una de las el más amigable, la más indolora.
Es un sentir suavemente que unas vibraciones recorren tu cuerpo, una zona determinada, sin mayores conciencias, sin dolor, con una acción altamente efectiva para destruir células malignas en los órganos afectados, que serán luego eliminadas de forma natural y con un resultado esperado: la liberación del cáncer sobre el cuerpo.
La experiencia radioterapéutica, a la cual hemos acudido ya por segunda vez, (la primera fue en 2008, con CA de Próstata) es plena y satisfactoria.
Produce manchas en la piel, por suerte temporales, que demanda disciplina diaria: acudir al establecimiento de servicio, someterse al protocolo de llegar, esperar ser llamado por las bocinas que llaman a los vestidores, llenar a mano un formulario que establece cual es la sesión de RT que corresponde y someterse mansamente al Acelerador Médico lineal (LINAC).
Se trata de dispositivo que se usa más comúnmente para dar radioterapia de haz externo a enfermos con cáncer. Suministra rayos X de alta energía, o electrones, a la región del tumor del paciente.
Sostiene la Sociedad Americana del Cáncer que:
“La radiación actúa sobre el ADN que se encuentra dentro de las células produciendo pequeñas roturas.
Estas roturas evitan que las células cancerosas crezcan y se dividan, y les causan la muerte.
Puede que también las células normales cercanas se afecten con la radiación, pero la mayoría se recupera y vuelve a tener una función normal”.
La radioterapia solo afecta la parte del cuerpo a la que es dirigida. Los tratamientos con radiación se planean con el objetivo de atacar a las células cancerosas, ocasionando el menor daño posible a las células sanas adyacentes.
En el Centro de Radioterapia Avanzada Savia Care, en Plaza de la Salud/Cedimat, se acoge a los pacientes en un espacio físico agradable, bien diseñado para los fines médicos establecidos.
En lo personal, la cita con ese aparato, a pesar de su apariencia de aparato transformers, dispuesto a engullir cuerpos humanos, es un encuentro con vuelta a la salud.
La radioterapia es un recurso infinitamente poderoso, un apoyo terapéutico al alcance de los pacientes sobre todo con el incremento de las coberturas de los servicios y la multiplicación de la oferta por parte de centros especializados. El costo se ha democratizado, gracias a los seguros, en mi caso SENASA contributivo con el que me declaro complacido.
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