Lo que acontece ahora en Gaza es un amanecer de la esperanza.
Ya se sabe que es una pausa. Y ante ella, reflexiono, sabiendo que es un ideal, con muy pocas posibilidades de que estas ideas se concreten en la práctica. Soy solo una voz que muy pocos escucharán con la atención y el poder de decidir nada en cuanto a lo que pido. Pero no importa... lo planteo
Se sabe que no es permanente el cese al fuego, pero cuanta esperanza produce en todo el mundo que el ambiente en Gaza/Israel, sea el que es en este momento: intercambio de rehenes por prisioneros palestinos.
¡Que alegría el silenciamiento de los
bombardeos! ¡Que satisfacción el sentir que el sentido común ha tenido especia,
aun sea por un periodo temporal!
Las imágenes de esos rehenes, sobre
todos los niños y ancianos, y la de los prisioneros palestinos libertados,
refrescan el alma y devuelven un poco la fe en el buen sentido.
Cómo nos gustaría, que ese buen criterio
se extienda más y más y permita vías de avenencia, que detenga ese circulo de
odio mutuamente estimulado por ambas partes, y frenar los ríos de sangre y las
corrientes de dolor.
Como nos gustaría que cada una de las partes acepte el derecho de la otra a existir en paz.
Y las andanadas de cohetes de Hamas sobre la población civil israelí sean parte del pasado.
Y que terminen
los bombardeos de Israel sobre hospitales y zonas de refugio. Y que se detenga la cuenta vergonzante de
muertos (incluyendo niños y adultos mayores gazatíes) por esos bombardeos, que
ojalá no vuelvan nunca.
Esas partes enfrentadas deben cortar el
circulo vicioso del odio mutuamente generado. Se sabe que es una historia
larga, una que no se inició el 7 de octubre (gravísimo error militar de Hamas,
al final). Se sabe que haber secuestrado y asesinado civiles de Israel, es una
ofensa nacional que los hebreos no dejarían pasar por alto.
El asunto estriba en exterminar la
semilla del odio mutuamente alimentado. La cuestión se inscribe en una
perspectiva nueva que procure nuevos horizontes, renovadas perspectivas en las
cuales el respeto a la vida, a la dignidad, al trabajo, al derecho a una
patria, sean la norma.
Este delicioso periodo de paz, breve, rico en buenas imágenes de inocencia libertada, de ajustes de justicia al liberar gente que (por ninguna de las dos partes) debió haber perdido su libertad y su dignidad.
Fuera lo ideal que se extienda, que sea efectiva a nuevos niveles, ha de depender
de frenar el odio y la ofensa. Implica permitirse el deber de la tolerancia. Ya se... me dirán que sonar no cuesta nada. Si, tambien lo se.
De tocarme la autoridad de decidir sobre la compleja problemática, mis medidas serían:
1- Por parte de Israel (agredido por una acción terrorista incalificable que produjo 1.200 muertos y 244 rehenes) de un ejemplo al mundo, y retire sus fuerza militares, conjuntamente con el reconocimiento del derecho tanto de Israel como Palestina, a ser patrias con espacio propio.
2- Por parte de Hamas, llegar al convencimiento de que Israel tiene derecho a existir, ?Es mucho pedir?
La guerra es la expresión máxima de la incapacidad humana de entenderé por las vias adecuadas.
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