Para vivir en alegría....la ruta es simple



Hoy es día de auto complicaciones innecesarias: Vivir en alegría es simple: aprender a existir en paz. El secreto se llama coherencia.  Por una tendencia, quien sabrá si excesivamente egoísta, la felicidad la concebimos como una dimensión de los logros y alcances personales. 

Nadie le pide a nadie que se olvide de si mismo, pero no es posible concebir una existencia solo en función de si mismo.  Nadie le pide a nadie que sea mártir de nada  y en la cual los criterios sobre la auto existencia, sean la norma. El resto de cháchara, ilusión, apariencia. 

Dificultades siempre las habrá y nos ayudan a evitar tedio, rutina y la uniformidad castrante de cada día. Hacerse uno múltiple en servicios a tu comunidad, a tu familia, a quienes no  conoces y por tanto se supone que no aprecias. 

El resto es vivir con esperanza.. Pedir más que eso, es innecesario. Esa incapacidad empática de ponernos en lugar de los demás  es el peor de los cánceres sociales con la agravantes de que para una afeccion de este tipo, no hay quimioterapia o radioterapia que sirva de nada. 

Nadie le pide a nadie que haga milagros entendidos como los ha consagrado la literatura religiosa o el cine.

 O las cronicas imaginadas. No hay que hacer milagros: en primer lugar basta con una regla esencial: no hacer daño. Con eso, en este instante, es suficiente. 

Pero suponga que su deseo de vivir en armonía esencial, tiene otros lineamientos. Y preguntarse : ?Es ésta la existencia a la que aspiro? Una en la cual el centro de sus esencias tenga solo un nombre propio: el mío? El tema es entregarse. 

El asunto es vernos en el marco de un entramado social que demanda más que el auto-cuidado.

Es una cuestión que involucra tonalidades y circunstancias  que nos ayuden a sublevarnos frente a la nadidad, junto a la discurrencia de una vida a la cual no le perfumamos con las esencias de que seamos capaces. El quit de todo es compañía. Es vislumbrar que la soledad, aun cuando la ruta sea inacostumbrada.

 El tema da para mucho. La meta es propósito pendiente.

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