Recibir homenajes por cumplir con el deber que uno se ha asignado como responsabilidad social no es ni necesario, ni justo. Pero es altamente satisfactorio en lo personal, por lo cual no podría pecar con la ingratitud de desairar el gesto de los estudiantes de la materia Alimentos y Bebidas 1, de la Escuela de Administración de Empresas Turísticas, del recinto de Utesa (Avenida Máximo Gómez), quienes me invitaron como homenajeado en la apertura de su proyecto académico Delicias del Océano, un restaurante con todas las de la ley, d…
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