Los 10 deseos para el 2013

La desconocida flor del Copey















2013. Y al influjo de su llegada, este  martes 1 de enero, se lanzan a los vientos las esperanzas y los anhelos, respecto de un año que pinta entrar con un desfile de acontecimientos que van a demandar el mayor coraje, el mejor de los empeño y el más comprometido de los propósitos de vida. 

(Todas las fotos de este post son tomadas con permiso del Calendario 2013 Flora de la Sierra, captadas por los artistas: Pascual Núñez (editor fotográfico del proyecto); Juan Rodriguez (Misionero del Sagrado Corazon M.S.C,); Francisco Jiménez Rodríguez, y Roberto Cerda)

Ante un 2013 que toca puertas, la comunidad nacional debe orientar su accionar hacia la fijación de metas, con esa ilusoria o real posibilidad de planificar el accionar frente a lo que no ha llegado y viene anunciando sus perfumes y presencias.



Los l0 deseos
El año que llega debe servir para aprender el valor real de los recursos, en contrastre con la cultura consumista y de desperdicios que ha establecido sus reales en la vida nacional.



El año que llega  debe servir para reorientar la búsqueda de recursos públicos, sobre todo en materia de contratos mineros que pueden ser revisados y canalizados.



El año que llega debe hacernos conciencia del valor del dinero y reorientar nuestra forma de gastarlo.
El año que llega debe encaminarnos al disfrute de la vida sencilla, frugal, sin oropeles, sin gastos excesivos e innecesarios.



El año que llega debe igualmente hacer pensar a las clases gobernantes que tienen una responsabilidad de cumplir la palabra empeñada.


El año que llega debe enseñarnos a ver los fenómenos sociales en toda su complejidad y a no reducir a etiquetas y prejuicios, lo que en realidad demanda un acercamiento profundo, serio, analítico.



El año que llega debe servirnos para analizarnos a cada quien desde cada quien. El rol de juzgar y condenar a los demás es demasiado fácil y extremadamente aventurero cuando se trata de ver hacia las demás personas.



El año que llega debe servirnos para perdonar a quienes nos han hecho incómodo el camino y la vida irrespirable. A ellos y ellas, nuestra palabra de perdón.



El año que llega debe servirnos para tener tres metas internas: a) Organizarnos mejor para hacer rendir mejor nuestras posibilidades,: b) Hacer balance crítico de las tareas que hemos descuidado o abandonado y c) Establecer un nuevo código de conducta para proceder mejor en lo adelante.



El año que llega, finalmente, debe evidenciar que el potencial que cada quien tiene, es infinitamente superior a todos los nubarrones del horizonte y que nada es capaz de reducir y condicionar la voluntad humana hacia un mejor destino. El resto es un decir por decir.

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