Los talentos principales, patrocinadores y ejecutivos de A Ritmo de Fe, anoche en la premiere proyectada en Acrópolis Center. |
La música, y el baile, en
cualquiera de sus expresiones, no le resultan indiferentes a nadie. Y mucho más en el cine. Con pocas
excepciones en el cine dominicano ( Sanky Panky
y una escena de bachata en discoteca en Lotomán 2.0) no había sido
objeto hasta el momento, del concepto integral de una producción de cine, como
ocurre con A Ritmo de Fe.
Las parejas protagónicas de A Ritmo de Fe. |
La producción
involucra un nuevo tono fílmico, ritmos caribeños y
urbanos, una trama social de fondo, con un
vigoroso mensaje de fe cristiana y abre caminos poco explorados hacia la
conexión de este arte en incremento con sus audiencias juveniles y familiares.
A Ritmo de Fe, presentada
anoche en sesión premiere en Acrópolis Center es un fenómeno temático y
artístico, que pasa con éxito la prueba
por su calidad como obra técnica y artística.
Sus gestores, tras palpar
la reacción del público que al final estalló en aplausos y que generó lágrimas
de emoción en protagonistas y gente común que concurrió a esta proyección, ven
cumplido el objetivo de vincular música popular, caribeña, danza moderna y
ritmos urbanos con la juventud.
Es un cine no perfecto en
lo técnico pero que tiene el valor de
ser una muestra de arrojo y valentía que
muestra otras formas de cine abordadas con profesionalidad y dotadas de una visión que trascienda el cine como
empresa.
A Ritmo de Fe es una excelente
producción de cine que cautivará las audiencias juveniles y familiares, una
película que pone en el perfil de la cinematografía nacional figuras y gestores
nuevos, que maneja un esquema argumental conocido ya (la competencia entre socialmente desiguales socialmente y en la
cual se sabe quién habrá de ganar finalmente), lo que no le resta valor como
obra que sabe diferenciarse, promover , sin constituirse en una pieza de dogma,
valores cristianos y hacerlo con la frescura que permiten todos los primeros
intentos dotados de una vitalidad artística construida paso a paso.
Sus actuaciones
Deben ser divididas entre
la profesionalidad de los que tienen ya carrera (Yamile Scheker y José Roberto,
entre otros) y los nuevos talentos que entregan actuaciones cargadas de
autenticidad, sin las lógicas tendencias de la sobreactuación teatral y dotando
de verosimilitud a sus papeles.
Lo técnico
La música de Herodys Ureña
es la gran protagonista que tiende al
espectador el cortinaje elegante y rítmico. Una banda sonora intensa y manejada
con cuidado es la alfombra sobre la su cual se deslizan las acciones de sus
protagonistas y que cobra una importancia crucial por tratarse de una película
musical.
La coreografía de Studio 68, resalta como instrumento fundamental en la construcción de esta historia y cuyos diseñadores logran el más
perfecto trabajo para una película dominicana: precisión,
ritmo, armonía vibrante de pasos y música, sentido moderno, entonación,
en una sola expresión audiovisual de cuerpos y sonidos, todo en un único gesto
artístico que crea una precedencia.
La fotografía de Justo
Cruz es digna y la dirección de arte
logra representar más que la apariencia física del aspecto visual, reproduce
con sentido de autenticidad tanto el barrio marginado, sus espacios de baile
popular, como la Academia de Danza de clase alta y los escenarios de la
competencia.
La edición Roming
González logra su cometido, pero tiene algunos cortes a negro que
pudieron ser menos bruscos, en los cuales la audiencia siente que la acción
debió se seguida de algo que no se produce.
Cine y fe
Eudys Cordero, gestor del concepto con un guión
ganador en el Festival de Cine Católico de la UASD y el tercer lugar en el
Concurso de Guiones convocado por la Embajada de Francia en Santo Domingo, ha
logrado con éxito el pase de sus espectáculos musicales cristianos a la trascendencia permanente que otorga, a un
buen concepto escrito, cine, lo que le ubica como precursor en esta temática
para el cine dominicano.
Sinopsis:
Juan es
un bailarín de música urbana y de clase humilde. Por su extraordinario talento,
le permiten estudiar en la academia de danza más prestigiosa de la ciudad de
Santo Domingo, pero son muchos los obstáculos que atraviesa para llegar a ser
una estrella, pero Juan atribuye sus logros, no sólo a su talento, sino también
a sus fuertes raíces en la fe. Se ve rodeado de precariedades en el barrio
donde vive junto a su abuela Lupe y enfrentándose también a Diana, el máximo
poder en la academia de danza, quién está fieramente en contra de él tronchando
sus oportunidades y favoreciendo al arrogante Diego, su bailarín preferido.
Producción: Eudys Cordero, y Martin
Rosario
Productora:
Circus Film.
Dirección, José Gómez.
Edicion:
Roming Gonzalez
Guión: Eudys
Cordero.
Duración : 99 minutos
Director de Fotografía:
Justo Cruz
Productor General y
Edición: Roming González
Musicalización: Herodys
Ureña
Coreografías: Studio 68
Distribución: Caribbean
Film Distribution
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