Impidieron el acto de Angelita Trujillo

Patricia Solano, periodista y militante por la libertad, canta el Himno a

las Hermanas Mirabal anoche en el Salon Caonabo. Foto JRS

(Era muy osada la provocación. Mentir es una cosa. Y mentir ofendiendo la historia real, es otra. Y pretender imputar a héroes los crímenes de Trujillo, ya era mucho. Y eso, tiene un precio. Anoche lo debio pagar Angelita Trujillo. La prensa de hoy resalta los hechos en el Salon Caonabo, del Hotel Santo Domingo.

Una estrategia de marketing previo que ocupo amplios espacios en medios escritos, pero que cometió el error capital al dar a conocer con antelación la estela de mentiras que traía el libro Trujillo, mi padre en las memorias de Angelita, genero una reacción de rechazo, que anoche condujo lo que seria el acto de puesta en circulación del producto editorial, en una masiva manifestación anti-trujillista y que expulso a empujones del Salón Canoabo, del Hotel Santo Domingo, a varios de los invitados especiales de la hija del tirano.

El libro refiere a una pagina web, pobre en contenido y diseno y parece haberse creado precipitadamente como parte de la plataforma de marketing del libro.

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Una inusual situación caótica de enfrentamiento, tensión, rechazos, himnos patrióticos cantados a voz en cuello y empujones a quienes se identificaba como trujillistas, se produjo anoche cuando decenas de familiares de héroes y mártires de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, irrumpieron en el Salón Canoabo del Hotel Santo Domingo, sacando de allí a la fuerza a quienes, invitación en mano, asistirían a la puesta en circulación de la obra.

Asi era el ambiente dentro del salon Caonabo Hotel Santo Domingo cuando decenas de personas irrumpieron para impedir la presentacion del libro de Angelita Trujillo.Foto JRS

Dirigentes de cuando menos tres fundaciones (la de los Héroes del 30 de Mayo, Testimonio y la de los Hermanos de la Maza y decenas de personas incluyendo torturados de la cárcel de la 40, parientes de mártires, escritores, e incluso periodistas, portando con cartelones y proclamando que no permitirían el acto de presentación del libro Trujillo, mi padre en mis memorias, de la señora Angelita Trujillo.

Julieta Trujillo, nieta del Tirano, entrevistada dentro del Salon Caonabo,

del Hotel Santo Domingo.Foto JRS

El acto, que estaba previsto para ser la primera intervención directa de Angelita Trujillo para justificar la dictadura de su padre, se convirtió en una masiva manifestación contra el régimen de oprobio que desgobernó el país por 31 anos y contra Angelita Trujillo en particular.

Pese a que hubo momentos casi de roce físico entre los trujillistas y quienes protestaban el acto, no se produjo acto alguno de violencia. A veces, un trujillista hablaba a la prensa y era bloqueado por los gritos de quienes protestaban.

Julieta Trujillo, en el centro con el vestido oscuro y mirando

hacia la derecha, es detectada por la prensa.

Algunas damas, invitadas oficiales de Angelita, prefirieron salir voluntariamente del Salón Canoabo y mantenerse a una distancia prudente, sin dejar de protestar por la falta de libertad para realizar su acto. Esas damas prefirieron no identificarse pero dijeron a El Nacional, que impedir el acto era una manifestación de fuerza y un hecho inexplicable en un ambiente democrático. Al acto convocaron las Universidades del Caribe y Unicaribe Of Florida.

Por su parte, manifestantes como Carmen Heredia de Guerrero, indicaron que estaban allí no contra la circulación del libro, sino en base a lo dispuesto por la ley dominicana que prohíbe la realización de actividades públicas trujillistas.

La situación caotica se extendió por mas de una hora. La seguridad del Hotel se trabajo a fondo para ofrecer protección a quienes eran señalados como trujillistas y hubo que llamar la policía. Dos unidades de la institución del orden llegaron al Hotel, penetraron a la zona del conflicto y y constataron que la situación: tensión pero sin violencia.

Irrupción previsible
La abrumadora presencia de los anti-trujillistas era presivible. El ambiente nacional fue caldeado inoportunamente por “revelaciones” que se llevaron a determinados medios de comunicación impresos, a divulgar “datos históricos” evidentementemente manejados por la autora a fin de reivindicar la figura de su padre y quitarle de encima crímenes tan vergonzantes como el de las Hermanas Mirabal, al tiempo de enlodar el nombre de quienes ajusticiaron al tirano.

“Trujillistas”
Julieta Trujillo y Felicia Herrera, entre otras personas invitadas oficiales a la presentación del libro, fueron rodeadas por las personas contrarias al acto y presionadas mediante gritos y expresiones muy firmes contra Angelita Trujillo y su padre.

Felicia Herrera fue la primera en ser identificada por los protestantes, como trujillista y ahí mismo se armo el primer despelote. La gente la rodeo, se gritaba contra los Trujillo. Ella estaba sola y decidió salir del salón, perseguida todavía por las manifestaciones en su contra, Fuera del Salón Canoabo, hablo con la prensa y resaltando que en una democracia no se puede impedir un acto publico.

Posteriormente, también dentro del salón, la prensa pidió declaraciones a Julieta Trujillo, quien comenzó a responder. Al revelarse que ella estaba allí, se produjo otro cerco masivo. Elementos de la seguridad del hotel, tres hombres, formaron en torno a ella un cerco para impedir cualquier agresión.

Esos hombres se manejaron con mucha profesionalidad. Fue el momento mas tenso y prolongado. Mientras tanto, en el salón, donde ya comenzaban a recoger las sillas y a desmontar la pantalla por la cual nunca hablo Angelita Trujillo, incrementaron sus gritos contra la dictadura de Trujillo. Julieta, con el rostro inmutable, decidió salir bajo protección.