Alfredo Morales no ha muerto

El Hermano Alfredo Morales, una protagonista de la cultura que tiene una obra artística y didáctica que incluye haber logrado la mejor agrupación coral estudiantil latinoamericana, casi 300 piezas musicales de gran calidad y 15 libros de didáctica.

Para mucha gente, este religioso y ser humano maravilloso, falleció y será sepultado hoy lunes 13 en el Cementerio de la Avenida Máximo Gómez porque los infornes iniciales dicen que ha muerto.

De este hombre, las funciones vitales y su presencia física, han dejado de ser, pero Alfredo Morales sigue existiendo por medio de una obra artistica y pedagógica propia de quienes vienen al mundo con una misión de entrega muy elevada. Nos ha dejado aqui su cuerpo. Permanecen indemnes su obra, su aporte, su música y el poderoso mensaje cristiano y de fé que ha encarnado. Ahora esta su alma  recorriendo los páramos etéreos de plano más elevado y que se reserva a seres superiores.

Con la partida a lo más elevado del cielo del Hermano Alfredo Morales, no hay que lamentar su muerte física. Ese hombre, en realidad, era un ángel disfrazado de religioso comprometido y que, con el trato que ofreció a quienes le disfrutamos, nos enseño la importancia de la dulzura en el trato y la importancia de desarrollar la labor trascendente del arte, a partir de los talentos vocales que se pusieron en su camino.

Alfredo Morales,  fue de hecho el principal propulsor  del Coro Estudiantil, del Colegio La Salle,  cuya dirección tomó poco después de ser fundado,. Había nacido  en la rumbera y rebelde ciudad de Santiago de Cuba en 1927.

l Hermano Alfredo ha contribuido de modo significativo al desarrollo de la cultura nacional haciendo importantes aportes en los campos de la educación, la música y en la formación integral de la juventud dominicana. Su producción incluye más de 270 obras musicales y 15 libros.

En realidad, Alfredo Morales es un ángel que nos permitió a los dominicanos desde 1965, el honor de compartir con un ser de elevadísima condición humana, en cuyo trato y obra, resaltaba la importancia y eficacia de un trabajo que nos deja grandes legados, siendo el más importante, el estímulo al arte a partir de las voces del Coro Estudiantil y su entrega, hasta el último momento de su vida, a la educación como forma de hacer posible sueños y esperanzas de quienes estaban a su cargo en el aula universitaria.

Su formación
Graduado de Doctor en Pedagogía de la Universidad de La Habana en 1955, con estudios de postgrado en el Instituto Internacional de Bruselas y en el Instituto Católico de París. Hizo aportes significativos en los campos de la educación, la música y en la formación integral de la juventud dominicana.
En 1987 fue condecorado con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella, por su contribución al arte coral en el país, otorgada en ocasión del vigésimo aniversario del Coro Estudiantil 1967-1987.