México en el Alma

GUADALAJARA. México. Este país nos marca a los dominicanos y dominicanas desde siempre.  Es una nación forjada al duro sonar de las balas de su revolución agrarista de Emiliano Zapata y Pacho Villa, matizadas de charros y un machismo mexicano que ha comenzado a ser revisado a fondo por los jóvenes aztecas de hoy, pese al horror feminicida Ciudad Juárez.  Una nación labrada a golpe de trabajo y arte, de cultura y sueños. México se resiste a ser un destino más. No lo es. Y no lo será nunca, por más razones que ilusiones.

México ha sido un país que nos ha  conquistado desde años ha,  sobre todo  con su cultura y el atractivo de la obra y la impronta de sus hombres y mujeres más extraordinarios, desde el intimismo romántico de  Agustín Lara, las voces  que, inolvidables para dibujar   al aire con trazos  desgarrantes de amor y desamor, provenientes de las hoy lejanas figuras de Miguel Aceves Mejía, Amalia Mendoza (La Tariacuri), Pedro Infante y Jorge Negrete.

México ha contado, gracias sobre todo a su  acentuada dimensión cultural, lo que incluye en primer lugar su música,  luego su (tradicional, ya superado), sus telenovelas, sus personalidades populares más destacadas, en un desfile que incluye al Cantinflas,  al Tintán, a Juan Orol – éste mucho menos conocido- , Viruta y Capulina y, para poner un actual, la obra de comunicación humorística del ciudadano Gómez Bolaños, a quien se reconocería más sencillamente si decimos “El Chavo del Ocho”.

De alguna razón indefinible todavía, México se sembró en nuestros corazones gracias a su notable tesoro de su cultura, su paisaje, su arte, su capacidad para levantarse con dignidad  de las más angostas de las entregas del infortunio.
Hoy México, sigue siendo México, pese al dolor, la tragedia, el avance de la delincuencia organizada¸ el narco, las bandas y otras manifestaciones de irracional realidad que afecta sobre todo a determinadas localidades urbanas y rurales.

Se puede venir a México. No hay cadáveres sangrantes en ningún Aeropuerto y sus niveles de violencia, muy publicitados por la prensa internacional, son la competencia de los que tenemos en países como el nuestro, sin ánimo de abrir un torneo de sangre y violencia internacional.

Lo que se tiene aquí en México, es un pueblo inmensamente  noble,  mayoritariamente trabajador y prometedor del mejor de los destinos, si tuviera la suerte de contar,  en los puestos de mando, con mucha más gente  comprometida  a ser y dar lo mejor.

(La foto es una panorámica que tomé de la ciudad de Guadalajara)

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