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Martha Heredia y Vakeró son dos víctimas. Son nuestras víctimas.
Ambos tienen ahora esa condición atractiva de ser madera del árbol caído. Y el hacha tan cerca y atractiva. Perdonen pero nueva vez no me sumo a ese coro.
No sucumbamos a la tentación. Los dos son victimas de una sociedad violenta,
hipócrita, superficial y extremadamente normativa.
En las actuales circunstancias, lo más popular es
unirse al coro que ahora condena a Martha Heredia, sin sentencia alguna que la
haya encontrado culpable con la misma facilidad con mucha gente aplaudió que se
llevara tan innecesariamente a prisión
preventiva al cantante Vakeró con motivo de la querella de violencia de género
interpuesta por la vocalista.
Quienes defienden a Vakeró están complacidos con la
noticia de su apresamiento en el Aeropuerto del Cibao en una nota que ahora es
el plato de miel al cual acudimos como moscas para saciar esa morbosa sed de
información amarillista.
Los titulares han retumbado. Los espacios en la radio
y la televisión se solazan en tratar el tema de ella ahora, en dar detalles, en
condenarla previamente.
Me parece injusto.
Martha Heredia es una víctima, que merece otro trato
que no sea el del árbol caído. Pese a tener un talento natural para el canto.
Habrá cometido errores. Como cualquier ser humano.
Pero en ella se notan más, por ser mujer, por ser un símbolo. Con ella somos más
críticos, más intolerantes y nos rasgamos las superficiales vestiduras tan hipócritas
como accesorias.
Ella deberá enfrentar la justicia y veremos si es
culpable o no de lo que se le imputa. Dejemos que ese proceso se desarrolle.
Pero no la hagamos ahora el personaje ruin de la película.
Y no vinculemos ahora, tentación que se ofrece con su
bolsón de condena previa, su proceso judicial con Vakeró que nada tiene que ver con la novedad del
Aeropuerto Cibao.
Estar implicada en un caso, invalida el otro el otro. El
juicio facilita le imputa no haberse manejado bien como artista, por falta de
orientación, formación o cualquier otro factor.
Pero no la hundamos en el corifeo moralista o en las interpretaciones motivadas por los
intereses que se cruzan entre carreras artísticas.
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Vakeró es otra victima. Víctima de la propia ideología
machista y homofóbica que lo lleva a
utilizar el cuerpo de las mujeres como objeto sexual en muchos de sus videos, y
especialmente en el de Amarilis Echale Agua.. Si hubiera que acusar de machista y de homofobia a Varekó esta pieza es cuerpo de delito:
Vakeró es una victima de un sistema judicial que se ha excedido con él.
No era necesario y siguiéndolo reducirlo a prisión.
Como también fue innecesaria la humillación de cortarle el pelo.
Vakero en su visión de la vida y en su obra artística,
tiene rasgos machistas que no asimilo . Ha demostrado poder manejar el tema del
amor con ternura y belleza, como en este video
¿Por qué no toda su obra es asi?
¿Por qué agredir en sus canciones a los homosexuales
y a las mujeres?
Vakeró no representaba peligro de fuga. Eso equivaldría
a abandonar su carrera exitosa (y necesitada de eliminar todos los temas e imágenes
agresivas contra las Vakeró no sería tan
estúpido de, estando en libertad, dirigirse a ella para agredirla (sigo
creyendo que como marido es responsable de las imputaciones que ella le hace,
pero es mi convicción que no es sentencia.). ¿Y no podría Vakeró mandarla a
sicarios a agredirla?. Claro que podría. No creo que tuviera esa actitud – que creo que no la
tiene- lo podría hacer estando en prisión.
Vakeró ha sido una victima de un sistema judicial que
primero lo etiquetó de violento por una prueba psicológica hecha con todas las
condiciones en su contra. Y que luego le negó la libertad por haber tenido
siete hijos y varias parejas…
¿ Es eso sinónimo de culpabilidad judicial? A cualquier persona que se le haga una prueba
en esas condiciones resultaria postiva al test de violencia. ¿Usted se imagina el estado en que estaba ese muchacho?
De hacerse asi la prueba, tendríamos que encerrar a mucha gente y nos
faltarían recintos penitenciarios.
Martha Heredia es una víctima. Una mujer agredida y
que necesita una mejor gerencia como figura publica como artista. Es una
víctima de la violencia machista.
Debe estar en prisión y en espera de un proceso
judicial despojado de prejuicio.
Y con la esperanza de reorientar su vida.
Ella puede
renacer de estas cenizas.
Dejemos que su proceso judicial se desarrolle sin
presiones mediáticas, sin los intereses que giran en su contra y que ahora han
desplegado en las redes y los medios tradicionales, su apresamiento. Dejemos
las falsías y las vestiduras rasgadas. Los inocentes que tiren la primera
piedra.
Vakeró no debe estar en prisión.
Estoy seguro de que
acudiría a sus compromisos con los tribunales. Además de que fue él quien acudió voluntariamente a la justicia, no tiene opción.
Ya a su imagen se le ha hecho
bastante daño. Lo ha que ha tenido que pagar, es mucho más de lo que supondría
el máximo de cárcel posible por las acusaciones en su contra, a las que sigo
dando fe y creencia.
Son los excesos del sistema.
Martha Heredia y Vakeró son igualmente victimas.
Y, como tales, lo que necesitan es una visión complacida
y auxiliante en sus circunstancias. Asumiendo cada cual sus responsabilidades.
Y ambos reiniciar de nuevo.
Cuanto antes.
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