El dilema que tenia ACROARTE, se ha aclarado. Tiene un
premio con nombre nuevo, que ha conservado y ampliado su prestigio de 27 años
de entregas y ha captado la atención nacional, sus nominaciones han acertado en
general, pese a omisiones fruto de la falta de casillas o de algún error propio
de quienes están vivos. No cabe duda de que la gente está en Soberano.
A raíz de la
conmoción generada en ACROARTEpor la
petición de la Familia Damirón para retirar el nombre de Casandra Damirón (con razones
valederas o sin ellas), hubo quien soñó que se retiraría el patrocinio de la Cervecería Nacional
Dominicana, o si la premiación perdería el atractivo que suele tener, o si de si el prestigio del premio se mantendría.
Quien sale perdiendo en términos de proyección ha sido
la Soberana Casandra Damirón.
La práctica ha dicho que Acroarte que el premio tiene
ahora un perfil mucho más alto, lo que se nota en las reacciones por la nominación,
(sobre todo de quienes no aparecen en las listas, con todo y que no están
algunos artistas y grupos con condiciones para estar), en el desligue de
prensa, en la expectativa del público, ha relanzado Soberano y ha dado en el
clavo.
El Soberano ha sido planificado en su lanzamiento con
aguda inteligencia, obedeciendo a una estrategia que ha resultado exitosa.
La imagen del premio se ha cuidado al extremo, la
actual directiva ha asumido el compromiso, se está gerenciando la información
vinculada al Premio con sentido de oportunidad, desgajando los segmentos,
acreditando con tiempo los talentos y actuaciones.
Es como si fuera un nuevo premio, pero con la ventaja
de tener 27 entregas previas de experiencia y tradición, sólo que las
anteriores tenían otro nombre.
Me apena no ver el nombre de la Soberana Casandra
Damirón en toda esta promoción y que ello pueda redundar en el pase a un
segundo o tercer plano, de la vigencia mediática de la folklorista y gestora de
nuestros.
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