Tras disfrutar anoche del menú escénico
que representa el festival de actuaciones en Visitando a Mr. Green (pieza
escrita por el dramaturgo norteamericano Jeff
Baron), con los roles principales de Iván García (el actor dominicano
vivo más importante con sus 58 años en escenarios) y un joven actor que como
Francis Cruz (quien afronta el papel más desafiante de su carrera), la conclusión
es clara: Mario Lebrón, su director, ha logrado un espectáculo escénico de calidad, calidez y consistencia artística como
para pasar a formar parte de la Galería de los Buenos y Memorables recuerdos en
tanto es una experiencia escénica que no puede dejar indiferente a nadie.
La platea de la Sala Ravelo, completamente llena
anoche, aplaudió con entusiasmo cuando se pronunció la última de las palabras
de los parlamentos colindantes con la reflexión
existencial, con la ternura y la intensidad de los sentimientos que se derivan
de los diálogos provenientes de una
pluma inteligente, la de Baron, quien incluso deja escuchar un mensaje en su
voz , al final de la pieza, para saludar el montaje de su obra en el país 33
que asume su trabajo con este judío complicado y ríspido en su confrontación con
el joven ejecutivo gay que casi lo atropella y que está obligado a visitarle
para darle cuidado y afecto.
El teatro verdadero, el que trasciende mas allá de los
instantes que estimula el mercadeo y el empuje de los titulares en los medios radica en su indescriptible capacidad para
exponer con belleza del densa
profundidad humana, la estela variada de las personalidades sesgadas ya por la
tragedia, por el aliento del amor o de
la aparentementente poco importante cotidianidad.
El teatro, el bueno, es ese llega al público como fruto de la genialidad
en el texto y de una cuidada producción que no busca impresionar sino cumplir con el
mandato supremo de la escena: llevar al público un espectáculo reflexivo y
agradable de crecimiento.
Estas y no otras, son las
conclusiones a las que lleva el estreno en Sala Ravelo, de una pieza exquisita
escrita por Jeff Baron, Visitando a Mr. Green, en la que se ofrece un choque
temperamental y de personalidad, entre un joven ejecutivo (Ross
Gardiner-Francis Cruz) quien, sin querer casi atropella lesionó en un accidente vial, a
un anciano judío, aparentemente decrépito, violento y despistado, (Mr, Green-Iván
García), producto de cuya relación desfilan ante el publico emociones fuertes y reflexiones penetrantes sobre la
existencia, el amor, la diversidad, el rechazo de la tecnología y de los usos
del auto-cuidado, y las diferencias entre lo importante y lo no importante en la
existencia.
Es una pieza que se apoya en :
58 años en escena tiene Iván García
22, idiomas ha sido traducida la obra
11premios internacionales como mejor
obra, desde Alemania e Israel hasta Uruguay y Francia.
Las actuaciones
Iván García ratifica los dones de ser
el más importante actor dominicano en vida, al adentrarse en el infinitum de
una personalidad trazada a la antigua, abonada en la sencillez de la
existencia, con un rechazo a las expresiones de la vida moderna.
Su interpretación es limpia e
intensa, aun cuando en algunos instantes pudo haber dado más sin llegar al
odioso límite de la sobre-actuación, pero bien selecciono eligió el camino del dominio histriónico.
Francis Cruz enfrenta el rol más
demandante de su carrera, proveniente de comedias del grupo del Club Arroyo
Hondo o de las maravillas lúdicamente ha logrado en Las Máscaras.
Visitando a Mr. Green le supone otro nivel de teatro, en el que sale a camino
con dignidad. Lo hace bien y pudo haber dado mucho más y ser más intenso en
los varios procesos de confrontación interpretativa, sobre todo si se
tiene a un Iván García tan cerca y tan de
frente. Su desempeño es infinitamente superior al que supone la estela de
carcajadas fáciles y continuas de otras piezas en las que ha actuado. Aquí sale
espontáneamente a ritmo de provocación inteligente,
a lo cual ayuda el texto dramático.
Visitando a Mr. Green es uno de esos
montajes a los que convoca la inteligencia sensitiva. Una producción que hay
que ver para no lamentarse luego. Una obra a la cual deben acudir los
periodistas de la crónica de arte especializada.
Al finalizar la obra, el director de
Hutía Teatro, Francis Cruz, entregó emocionado, una placa de cristal óptico a
Germana Quintana, la directora que le inició en el teatro. Cruz es un producto
avanzado de la gestión teatral que ha impulsado la fundadora de Las Máscaras.
Auspiciadores
La obra cuenta con el respaldo de Ministerio de Cultura, Teatro Nacional, Banco Central, Productos Goya, Pinturas Tropical, Ferreteria San Pedro y el restaurante Pate palo.
Créditos:
Dirección; Mario Lebrón.
Reparto: Iván García y Francis Cruz
Producción: Hutía Producciones
Escenografía , utilería y vestuario: Iván Miura}
Diseño de Iluminación: Lillyana Díaz.
Banda Sonora Original: Juan Manuel Polanco
Asistente de dirección: Dolly Martínez
Maquillaje Warde Brea}
Regiduría: Diana Valck
Asistente de escenario: Félx Melián.
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