Escena de la película Cristo Rey , de LETICIA TONOS (IMAGENES DOMINICANAS) |
“Yo
no veo películas dominicanas” ¿Quién no ha dicho? Pero es tiempo de cambiar los
criterios basados en el prejuicio probablemente originado en un tipo de
producciones, en un género muy explotado que ahora pasa a ser minoría en el
cartel cinematográfico como oferta, aun cuando el problema no está en el género, sino en su manejo, en su
gerencia inteligente, sensible e industrialmente productiva.
De
repente, hay un panorama sorprendente
del cine hecho en República Dominicana. Las comedias como las conocemos, pasan
a ser menos de una tercera parte de lo que se produce actualmente. La razón de este florecimiento se tiene en la Ley Nacional de Cine (108.10) impulsada en su aplicación por la Dirección Nacional de Cine y por Ellis Pérez, y defendida en su integridad por ADOCINE, a fin de que se preserve fiel a sus principios.
El Teniente Amado. FOTO DE LA PRODUCCION |
Lo que llega
Con
los títulos que van llegando y el curso que va tomando, desde el punto de vista
de los manejos de los temas, los géneros, los equipos técnicos y los elencos.
Las películas dominicanas están cambiando, en el desarrollo de un proceso que parece ya irreversible. Ya las comedias no son solo y exactamente el sinónimo que viene a la mente cuando se habla de “películas dominicanas”.
Las películas dominicanas están cambiando, en el desarrollo de un proceso que parece ya irreversible. Ya las comedias no son solo y exactamente el sinónimo que viene a la mente cuando se habla de “películas dominicanas”.
Hay
que dejar de pretender que el público respalde las películas dominicanas por
serlo. Es una mala costumbre chauvinista, que debe ceder el paso al pensamiento crítico que acepte las películas si son buenas, no importa el país de origen.
Huchi
Lora y Félix Limardo siguen llenando salas con su Teniente Amado, un drama
histórico que educa y entusiasmo, con excepción de lo ocurrido en el desempeño con el rol de Trujillo. El Johnny Abbes es una
joya histriónica, en cambio.
Frank
Perozo y Naslha Bogaert han iniciado con éxito llevando 13 mil personas pagando
a su primera jornada. El público que asiste está entusiasmado, similarmente a
lo que pasa con El Teniente Amado.
Leticia
Tonos, con Cristo Rey, estrena su drama étnico-amoroso en el Festival
Internacional de Toronto, y luego
estrena en diciembre en las salas de su país.
Roddy
Pérez, nos hace llegar el avance primario de Expedición Gloriosa, con la precedencia
de ser la primera película bélica dominicana, pero apoyada en un hecho real y heroico.
Celinés
Toribio, en silencio, ha vencido las dificultades que aparecen en todo
emprendimiento de altos vuelos, trabaja en María Montez.
Quiero
ser Fiel, dirigida por Esteban Martín sobre el premiado guión
de Leonardo de León, su productor, una
comedia con elenco internacional y criollo, que pinta agradable.
Héctor Manuel Valdez. Al Sur de la Inocencia. |
Hèctor Manuel Valdez està ya
post-produciendo el “road-movie” (pelìcula de carretera) Al Sur de la Inocencia,
que ofrece una opciòn no explotada hasta ahora, protagonizada por Frank Perozo,
Sarah Jorge y Cristian Alvarez.
Los Dólares de Arena (Laura Amelia Guzmán e
Israel Cárdenas). Drama. Preproducción. Su guión fue ganador del primer lugar
del concurso de guiones del Fondo de Promoción del Cine (FONPROCINE), teniendo
a Geraldine Chaplin como protagonista, en una historia que la vincula a una trabajadora sexual
dominicana en Las Terrenas.
De lo que ha pasado
Se
ha estrenado ya Arrobá, (José María Cabral), que sigue en cartel en sus últimas
semanas y que debió merecer un mayor respaldo de la gente. La idea fue
interesante y contenía ejes prestados de grandes producciones, el elenco bueno,
pero algo no operó como día.
Un
poco antes tuvimos A Ritmo de Fe, un drama amoroso y musical que dejó ver la
fuerza de los talentos jóvenes, dirigida por José Gómez con guión de Eudis
Cordero y distribución a cargo de Caribbean Cinemas.
Los
Super, una comedia dirigida por Bladimir Abud, fue la que puso las notas
iniciales del cine local en la comedia en este año, pero no logró el impacto
esperado. Un elenco bueno, buenísimo pero las cosas del cine de industria no
siempre son iguales a las del cine independiente.
Las comedias por llegar
En
el plano de los comedias por llegar, hay cinco
producciones de consideración, pese a tener diferencias de producción
entre entre si.
Mi
angelito Favorito, de Alfonso Rodríguez, una historia con gracia y el estilo de
este maestro del mercadeo de lo que le ha dado resultado como industria, aun
cuando resulta innecesariamente contradictor de los críticos de cine que
regularmente ”acaban” con sus trabajos. Está próxima a ser estrenada ahora en
Septiembre.
La
otra comedia es Ponchao, producida y protagonizada por Manny Pérez, que sigue
la misma línea de atraer mediante figuras televisivas y que busca dar un
mensaje de superación de obstáculos en el difícil mundo del béisbol, cuando
eres un prospecto a ser firmado en Grandes Ligas. Se estrena el 10 de octubre.
Pinky
Pintor, tras casi siete años de haber dado el palo de gallera que fue Sanky
Panky, tras sortear dificultades logísticas, con parte del elenco, de
producción, ha persistido hasta lograr el lanzamiento de la segunda parte de
esta comedia, que estableció un precedente en el género y la taquilla. Está en
pre-producción y su lanzamiento se hizo
en grande.
Archie López, exitoso en el establecimiento de
su franquicia Lotomán y Lotomán 2,0, acaba de finalizar la etapa de
pre-producción y está iniciando su rodaje la semana próxima, a fin de estrenar
Lotomán 003.
El “otro” cine
Juan
Basanta logra el milagro de introducir el país al cine de Ciencia
Ficción con Biodegradable. Estrenará en noviembre con el VII Festival de Cine
Global Dominicano, organizado por Funglode y en particular por Omar de la Cruz.
La
semana próxima se anuncia el proyecto Duarte: El Hombre de los Sueños, un
proyecto histórico impulsado por cineastas universitarios.
Juan
Deláncer intenta nueva vez, ahora con un biográfico sobre la primera mujer
médico dominicana, discriminada en su tiempo por ser negra y pobre: Evangelina Rodríguez.
Alan
Nadal Piantini, que sigue con su proyecto – ahora próximo a ser concluido- El
Manuscrito, acaba de rodar Noche de Circo, un drama social de un fuerte
contenido y que dará mucho de que hablar.
Agliberto
Meléndez tiene prácticamente listo El Color de la Noche, un biográfico sobre
José Francisco Peña Gómez, que le ha consumido los últimos cuatro años de su
vida y que no encontró financiamiento entre los empresarios millonarios del
P.R. D. Meléndez es plato aparte en el cine nacional. Fue el director de Un
Pasaje de Ida, con once premios internacionales, a pesar de adversión que
mostró la critica local en su contra.
Seguir prejuiciando?
La
producciones de cine local han tenido
muchos críticos, una veces con razones
estéticas, por animadversión con los directores, por desilusión, por el rechazo
que surge por generación espontánea, por
la simple carga razón de que sin son “hechas aquí” no sirven y están destinadas al fracaso y que
produce entonces, en una parte del público que pretende ser selectivo, la frase repetida: “Yo no veo películas
dominicanas”.
Hay
cambios, saltos generacionales y
transformaciones de fondo en la
industria, favorecida por la Ley Nacional de Cine, la 108-10.
Una
buena parte de las críticas y rechazos a
la producción nacional de cine se apoya en la forma en que se producen las
comedias con figuras conocidas de la televisión, en base a guiones
caracterizados por su sencillez temática y su inclinación para operar bien en
taquilla, a la luz del refuerzo de buenos proyectos de mercadeo.
Las
comedias en todas las partes del mundo en que se ha iniciado el cine, son casi
siempre el paso inicial y permiten crear experiencias técnicas y actorales que
luego sirven para especializar el cine hecho en casa. Esas películas tienen la
virtud de ser las que abren las puertas a la industria.
Se
siguen haciendo esas comedias y se continuarán produciendo y ojalá sus
directores puedan asimilar las críticas
a sus aspectos mejorables y no encerrarse en sus perspectivas que en
oportunidades, por un asunto de mal manejo de guión, les lleva a incurrir en
errores tan elementales como el “No body…no Money”, la percepción que
transmiten de la imagen de la mujer y procurar una profundización tanto
temática como de interpretaciones, para lograr un humor cada vez mejor logrado.
Lo
nuevo que hay ahora lleva a replantearse el valor que implica el concepto
“película dominicana”.
6 Comentarios
a mi me parecio que la historia fue buena, pero la actuacion fue pesima, y peor aun los vestuarios.
la novia del teniente tenia rayitos en el pelo y aunque solo tengo 30 años, dudo mucho que en esa epoca esa fuera la moda. por otro lado vi a los personajes con ropa moderna, por ejemplo salvador estrella sadala, tenia una camisa marron que creo facilmente se encuentra en cualquier tienda hoy en dia.
ademas de eso los carros no parecian de epoca, mas bien parecian carros de exhibicion, autos viejos pero modificados hace poco y no creo que esos vehiculos se vieran asi ni cuando eran nuevos. por ejemplo un carro rojo bellisimo que vi no parecia para nada un auto original.
saludos.
Creo que como cinéfilo que soy, me atrevo a decir que los que fungen como actores y actrices en el cine dominicano deberían de copiar un poquito del cine internacional, y a los productores, buscar caras nuevas jóvenes con talento, que dominen bien la actuación y olvidarse de que una película será buena, solo con buscar caritas reconocidas de televisión… Es hora de empezar a valorar nuestro trabajo y empezar hacer cine de calidad...