El artista Vladimir Velásquez escribe un ensayo breve sobre el resultado de la XXVII Bienal de Artes Visuales, que nos parece un documento a ser tomado en cuenta en medio de las posturas que, en favor y en contra, se cruzan en torno al veredicto del jurado, integrado por tres mujeres a las que reconocemos capacidad y creatividad.
El articulo de Velásquez dice:
"El 27 de febrero del año en
curso, al pasar balance en su discurso de rendición de cuentas ante la nación,
el presidente Danilo Medina hizo un diagnóstico exhaustivo de cuanto acontecía
a nivel político, económico y social, poniendo en evidencia la mala voluntad y
hasta anti patriotismo de muchos de los acólitos heredados de la pasada
gestión, cuando al declarar la naturaleza del contrato de la Barrick Gold, dijo
de manera firme y contundente que era “INACEPTABLE”.
(Tomado de http://art-online-rd.com/)
Meses después, en una fecha
igualmente trascendental, el 16 de agosto, fiesta patria de nuestra
Restauración, se celebró un evento que debió ser cónsono con dicha celebración,
pero el cual, desgraciadamente, fue una demostración igualmente baja, ruin y,
sobre todo, malévolamente tendenciosa a lo que puede caer una institución
cultural, cuando al inaugurarse la XXVII Bienal Nacional de Artes Visuales, se
montó un evento deprimente, vulgar (igual que siempre) y pleno de vilezas, a
tal punto, que se violaron todos los estatutos y reglas previamente acordados
al certamen, llegando al colmo de galardonar una obra ya exhibida tiempo atrás
a través de los medios electrónicos, a la que se le concedió el gran premio de
la ocasión.
Quizás el lector no
entienda la relación existente entre dichas efemérides patrias, la declaración
de “INACEPTABLE” del Presidente de la República y el otorgamiento de un premio
a una obra que transgredió la legalidad del reglamento, creyendo oportuno decir
que todo ello tiene un común denominador: “BARBARIE MORAL”, a la que,
desgraciadamente, hoy por hoy se arrastra sin esperanza a toda la nación
dominicana.
Y creo oportuno usar esta
palabra que empleó de forma tan apropiada el señor presidente Medina, porque es
INCEPTABLE que se siga cogiendo de “tontos con P” a tantos y tantos dominicanos
que con esfuerzo y seriedad acogemos las reglas de juego en todo cuanto tiene
que ver el accionar social, político, económico y cultural de nuestro medio, y
que con buena fe actuamos y nos dejamos liderar de las supuestas autoridades,
para que éstas, sobre todo en lo que atañe al área cultural, específicamente a
los responsables de la Bienal Nacional, el Museo de Arte Moderno y todos
cuantos participaron de este evento, manipulen en forma malvada, ligera y
oligofrénica, insisto, lo que debería ser una fiesta del espíritu y de la
excelencia artística.
Es INACEPTABLE que una
Bienal Nacional que busca hacer honor a una de las glorias más insignes de las
artes plásticas dominicanas de todos los tiempos como lo fue el eminente
maestro Domingo Liz, mi gran amigo hace poco desaparecido de esta dimensión
material, se le haga este burdo por burlesco homenaje, sabiendo que Domingo no
creía en los concursos (aunque fue un gran galardonado en los más importantes),
ya que siempre decía que los mismos sólo buscan crear fatuidad y engrosar el
ego de quienes allí participan, además de tener como jueces, a personas que no
pocas veces no saben ni entienden de arte, en donde intereses clánicos,
amiguismos y hasta dinero contante y sonante son los mecanismos usados, y no la
calidad de la obra en cuestión, lo que a la hora de de ponderar una premiación
tiene mayor peso en las decisiones.
Es INACEPTABLE que se siga
imponiendo a la fuerza en nuestras
bienales, las categorías denominadas absurdamente de “vanguardia”, porque, ¿de
cuál vanguardia estamos hablando, de los “ready mades”, algo que va a cumplir
cien años dentro de poco (acuérdense del famoso orinal aquel de 1917), y se
desee que todo lo demás debe quedar descartado por estar “demodé” y no seguir
los lineamientos de la barbarie internacional a la que intelectuales de fuste
como Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Zygmun Bauman, Mark Fumarolli,
Carlos Granés, el desaparecido Robert Hughes, entre otros, han arremetido con
feroces argumentos y que la pléyade de personalidades y sofistas del
stablishment cultural de la actualidad no han querido contestar ni debatir?
Es INACEPTABLE que se
argumente que la pintura y la escultura, dos de las categorías más importantes
de todas las artes plásticas universales, porque prácticamente toda la cultura
visual del hombre desde la antigüedad hasta el presente, están representadas en
estos dos dificilísimos lenguajes: desde Altamira, Egipto, Grecia y Roma,
pasando por el románico y el gótico, redescubriendo el pasado en el
Renacimiento, y siguiendo por el barroco, el neoclasicismo, el rococó, etc.,
hasta llegar a nuestros días, y se venga con la excusa absurda de que no tengan
cabida ahora, para darles preeminencia a montones de escombros, a pésimos
videos y vulgares performance, todos ellos lenguajes efímeros que sólo quedarán
consignados o en una foto o un DVD, si es que el actual deterioro del museo
nacional no lo arrasa también para siempre.
Es INACEPTABLE que gente
sin capacidad, con intereses bien marcados hacia las tendencias que practican
(no me mal interpreten, no hablo de su conducta íntima -que no me importa- sino
de lo que dizque saben hacer como “arte….?”), sean jueces de eventos tan
importantes; de que galeristas y extranjeros que no conocen nuestra cultura ni
la problemática de nuestros eventos sean los que tengan la voz cantante,
quienes de manera ligera y festinada asuman estas cosas serias como antojos y
caprichos de niños ricos, sin darse cuenta (tal vez sí lo saben) del inmenso
daño que le causan al arte y la cultura de la patria, pues no es a un país rico
y culto al que se lo infligen, ya que en ese caso serían aplastados por una
opinión pública bien cultivada que no se deja arredrar ni vender gatos por
liebre, sino a un país pobre e ignaro, en donde la mayoría de la gente no lee
ni les interesa sus antecedentes históricos ni mucho menos culturales, en donde
la sobrevivencia material es más importante que las cosas del espíritu, y por
tanto, se le puede confundir con eventos tan mostrencos como el descrito.
Es INACEPTABLE que una
administración como la presente en dicho museo, tenga tantos años cometiendo
siempre los mismos errores en las bienales, las mismas insensateces, los
privilegios de un grupito por sobre todos los demás, que no busque los recursos
para arreglar los evidentes y gravísimos deterioros de la planta física del
edificio y de la colección permanente, que tenga millones de pesos en déficit y
se den el tupé de mandar a gente al exterior con exposiciones en las que sólo
se toma en cuenta más que la calidad, la adulonería, el amiguismo, la filiación
al clan político e ideológico (este último no partidista, sino de
preferencias…), convirtiéndose sus directivos en el hazmerreír de todo el
ámbito cultural del país, y cuya única solución, a mi modo de ver y de la mayoría
de los que todavía pensamos, es su total y absoluta remoción por gente sana,
con deseos de trabajar y luchar por los grandes valores patrios y culturales,
lejos de la codicia, del chisme y de la mediocridad que anida en ese recinto
digno de ser denominado, más que museo, como un verdadero NIDO DE SERPIENTES.
Es por esa razón que nos
sentimos complacidos, animados y verdaderamente solidarios con el Colegio
Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP), quien a nombre de su actual
presidente, nuestro amigo y colega Clinton López, ha puesto los puntos sobre
las íes, y responsablemente a conminado a la comisión de la Bienal Nacional a
que explique públicamente todos los pormenores de las violaciones cometidas en
el presente evento, llevando hasta las últimas consecuencias todos y cada uno
de los despropósitos que se han encontrado, porque ya está bueno que se siga
relajando con algo tan importante y delicado como lo es el quehacer artístico
de una nación; está bueno de que advenedizos sean los que sigan ingerenciando
en nuestros asuntos, tornando cada día la labor intelectual y creativa en una
burla explícita frente a nuestras propias narices.
Creemos que lo ACEPTABLE es
que el mismo Presidente de la República, el licenciado Danilo Medina, tome
cartas en el asunto, ya que el Ministerio de Cultura al estar tan ocupado en
otros menesteres (sobre todo en seguir una política de relumbrón, boutique y
bonche), le pedimos que nombre una comisión para que vea todo cuanto estamos
diciendo, de que lo que está pasando con la cultura, en particular con las
artes plásticas, es muy grave, y de que un pueblo sin cultura, aún teniendo
comida, escuelas y medicinas, es como un cuerpo sin espíritu, que como bien
decía la célebre novelista Margueritte Yourcenar: “es simple carroña para el
cementerio”.
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