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Roberto Ángel Salcedo presentó ayer domingo el trailler de su película Vamos de Robo, que
inaugura el 2014 para la producción nacional, dejando una impresión muy buena
en lo artístico y lo técnico.
Robertico no deja indiferente a
nadie como productor, director y actor de cine. A la gente amante del
entretenimiento en la gran pantalla, le satisfacen sus proyectos y abarrotan
la boleteria, mientras que a algunos los
críticos, no apasiona tanto.
Hay incluso quienes acaban” con sus películas sin haberlas visto. Ha
habido críticos de cine persecutores de lo que hace Roberto Ángel y a lo cual
no le encuentran nunca nada bueno.
Desde lo que se puede ver, resaltan las novedades de Anthony Ríos y
Carlos Sánchez, el primero con su estreno en cine y el segundo con el primer
rol protagónico que le asigna un proyecto, mientras que Manolo Ozuna queda
mucho mejor presentado, más cuidado en su apariencia y más estable en su interpretación
al tiempo que Boca de Piano (que pudiera gritar un poco menos) se une a los
talentos para imprimir su gracia y dar atractivo al proyecto.
Hay que ponerle atención a Carlos Sánchez, humorista con dominio de lo
visual y lo intelectivo en pantalla, condiciones que le hacen resaltar en
Ponchado (que por cierto la calificamos de familiar. Error nuestro que
admitimos. No lo es sobre todo por las
escenas “íntimas”sugeridas , con poca fortuna, para Fefita La Grande y algunas de sus
expresiones orales totalmente
innecesarias y demasiado “salvajes”).
Roberto Ángel Salcedo, ahora como director de cine (sabemos que el
calificativo será cuestionado, pero acaba de dirigir su película, se da el lujo
de no aparecer como talento) evidencia un avance técnico sobre su propia
trayectoria y que le hemos criticado en otras oportunidades.
Resaltan en el avance la técnica que se observa para lograr la fotografía, las secuencias de acción, del robo. Habrá que verla completa para tener un juicio
definitivo.
Es tiempo de acercarse al cine dominicano de comedias comerciales con una
actitud que las conciba como parte de un
proceso por el cual todos los países han tenido que recorrer. Hace falta una perspectiva
crítica, más remitida al cine y su lenguaje, sin dejar de señalar lo que se
entienda como deficiencias.
Nunca se puede juzgar en definitiva una película por su avance, pero al
presentar ayer el tráiller de Vamos de Robo, se despejan las incógnitas
iniciales sobre “la onda” en que venía
esta comedia, cuyo estreno está fijado para el mes de enero próximo.
Muchas veces, para juzgar su trabajo, que no es perfecto, que tiene
elementos mejorables y fallos como pueden tener muchas otras cintas en el mundo,
se apela a recursos extra-cinematográficos.
Para muchos “cine dominicano”sigue
siendo sinónimo de una mala palabra, que refiere a una realidad en su totalidad
deficiente.
No parecemos darnos cuenta de los
cambios que se verifican en géneros y técnicas. El debate es rico y apasionante. Este es un debate que presenta criterios de Pinky Pintor y Orlando Santos.
Muy oportuno el enfoque que
hace hoy Máximo Jiménez en El Caribe.
Este enlace presenta lo que ocurrió con el cine en 2012.
Ya antes nos hemos
pronunciado antes como puede leerse aquí.
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