Por Amor, la más trascendente y ya
inmortalizada canción popular dominicana fue interpretada anoche como nunca antes en el
Teatro Nacional ante su autor, el maestro Rafael Solano.
El marco musical, con un arreglo original del
maestro José Antonio Molina, estuvo a cargo de una Orquesta Sinfónica Nacional
que evidenció cuan grande puede ser un país cuando el arte es el sinónimo de
vida, los coros Nacional y del Poder Judicial (selección de voces), la soprano
Paola González, uno de los puntos más altos de la generación quisqueyana nueva
en el cantó lírico nacional y el intérprete
estelar de la pieza, Niní Cáffafo, todo
hecho ante el compositor, un puertoplateño responsable de buena parte de las
mejores canciones criollas de todos los tiempos. Era como para morirse en la
gloria.
Sin dudar que el número más esperado de toda la noche.El maestro Rafael
Solano, ubicado en el balcón izquierdo, justo en la silla que tradicionalmente ocupa
Cáffaro, desde la cual se levantó y saludó al final de la canción, ovacionado
por un público enloquecido.
Ha habido otras versiones "inusuales" de Por Amor, como la del tenor Enrique Pina, con la misma OSN dirigida por Molina, en Moca:
Ha habido otras versiones "inusuales" de Por Amor, como la del tenor Enrique Pina, con la misma OSN dirigida por Molina, en Moca:
Lo clásico
El último concierto de la OSN inició con la
intensidad y nostalgia evocadas por la Sinfonía · 2 en Do menor, Resurrección,
de Gustavo Maller, en cuya interpretación la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo
la batuta de su director titular José Antonio Molina, lució una calidad
interpretativa de una profesionalidad que impactó el ánimo y la sensibilidad del público.
El último concierto de la temporada de 2013
de la Orquesta Sinfónica Nacional fue expresión de un balance perfecto entre
tres factores: la perennidad de la música clásica, con una Sinfonía · 2 de
Gustav Maller (Resurrección) que dejó claro
la validez de nuestra principal orquesta de arte noble; la fuerza del arte
popular dominicano y universal, con la interpretación
de piezas como Vengo, Granada y Por Amor
y el acento de la natividad levantado por el Aguinaldo Navideño, Blanca Navidad, Adestes Fideles, Noche de Paz
y el Aleluyah de Handel.
El concierto incluyó la interpretación de la
flautista Alaima Gonzàlez y el obotista Dejàn Kulenovic, extraordinarios en la sucesión
de diálogos rápidos de sus instrumentos. Fueron un deleite y un homenaje al
virtuosismo de los instrumentos sinfónicos de viento.
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