Yo soy María
Moñito tuvo el valor que excede un buen
regreso. Arte escénico familiar de
perfil nacional con un concepto universal.
Uno de los mejores llevados a escena en
su tipo.
María Moñito fue
uno de los puntos más altos de la identidad nacional dominicana en materia de
personajes infantiles por la asimilación de las características étnicas, culturales
y creativamente artísticas de su creadora, la actriz y gestora de contenidos
para la niñez llamada Paula Disla.
La graciosa figura
de aquella mulata, sus códigos de comunicación llanos y asimilables, los
argumentos impregnados de valores familiares, la gerencia de los recursos
interpretativos y la notable habilidad para explotar los recursos escénicos, a
lo que sumaba un contenido de validos principios de convivencia y respeto por el medio ambiente, llenó una época, primero en escenario y luego
se fortaleció al desarrollar su propio espacio televisivo en una de las épocas de
mayor gloria y consistencia de RTVD, la de George Rodríguez.
Paula Disla mostró
con el matrimonio de gloria entre arte, mensaje, la gracia y aprovechamiento de
recursos de la escena que el arte puede valer aun cuando no se cuente con
grandes presupuestos de producción.
Yo soy María
Moñito fue mucho más que el regreso a escena del personaje con motivo de un
aniversario memorable. En este proyecto se evidenció la existencia de talentos artísticos
de peso con calidad para hacer esta representación,
que era un pasaje por los temas fundamentales que divulgó MM durante años.
Disla se ocupó
de rodearse de un equipo “todos estrellas”, desde el creador de la línea gráfica
(Orlando Issac) hasta los talentos en escenario: Henry Mercedes, Karina Ubiñas
y Canek Dennis, tres cuadros de altísima calificación profesional, además de
integrar la muñequería titiritera de alta terminación, y los musicales
sostenidos por Ambiorix Francisco con temas que debían estar tocándose en la
radio cada media hora.
Yo soy María
Moñito se escapa como espectáculo de la necesidad de cualificarlo. Bastaba con
ir a ver y disfrutar de aquello, que debía reponerse el año entrante, tan solo
en beneficio de quienes se lo perdieron.
Luego de los
aplausos merecidos, las risas ganadas a golpe de gracia y talento, y tras las
fotos para las redes, cualquiera se
pregunta…¿por qué no sigue existiendo María Moñito?
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Arisleyda
Grupo de teatro Bálsamo y Sala Ivan García.