Una evaluación final del Soberano 2013. Lo mejorable

Directivos de Acroarte y el Premio Soberano durante uno
de los encuentros previos al ceremonial. Foto de ACTIVAO.
El premio El Soberano pasó prueba para su primera entrega como el más importante galardón del arte clásico y popular, sobre todo por el sentido de justicia de sus veredictos en cada renglón.
El balance es  altamente positivo. No hubo una categoría en que el público sintiera que se fallaba de plano, Pero complacerse y decir que todo estuvo perfecto, no es suficiente ni ayuda a superar el Premio.
Pero que nadie se duerma en los laureles. Hay que mantener una actitud de vigilia de lo que se puede mejorar. 
Los premios han pasado, dejando como siempre una estela de comentarios conflictivos o no, y que forman parte de la sub-cultura del premio mismo, sin los cuales el Premio no seria el Premio. Ocurre en todos los certámenes, En este caso están referidos a:
·       La expresión de Anthony Santos (tremendamente mal manejada y peor asesorada por la forma en que se produjo); lo que ocurrió fue un asunto de emoción y nervios. El no es trujillista. Es un artista popularísimo y sin formación corporativa para entender lo que puede hacer o no hacer. La frase que inició (que no expuso en su totalidad)  estaba fuera de lugar, pero es producto de la falta de imaginación y asesoría adecuada. Para nosotros fue más grave el “!Quiero Rabo!”, por lo grosero de la alusión machista que implica  y de lo que sí es responsable el cantante, dada la calidad de las letras de las mismas canciones que hizo en escenario y que promueven la violencia de muchas formas contra la mujer.(Tampoco es culpa de la producción, pero se puede evitar situaciones parecidas en el futuro con una recomendación sencilla que estoy haciendo en este trabajo).
·       El desafine extrañísimo  de Prince Royce, (lo cual no es responsabilidad de la producción)
·       El olvido de las letras de Montaner por parte de Montaner,
·       El tamaño de la imagen y textos de los artistas  fallecidos, ya que fue muy pequeña para quienes estaban en televisión. Había espacio suficiente, todo el escenario. En otras oportunidades ese despliegue ha sido excelente, como cuando se homenajeó, entre otros, a Freddy Beras Goíco.

RECOMENDACIONES:

1.     ELIMINAR LA TRANSMISION DIRECTA, SIN QUE DEJE DE SER EN VIVO. En los Estados Unidos, ya que se toma de parámetro ese país con tanta frecuencia, ninguna producción de este nivel (Oscar, Grammys, etc) se pasa directamente al público. Hay una diferencia de segundos para regular lo que se ha producido en escenario con lo que finalmente se verá en pantalla. Una producción como el Soberano no puede dejar que su imagen dependa de lo que pueda decir un artista estremecido por la emoción del momento y en el que puede hacer o decir cualquier cosa. El costo del procedimiento no es significativo y el retraso en llegar  la imagen y sonido  a los hogares, es de menos de 10 segundos. En Estados Unidos es de tres o cuatro como media, cuando no hay que editar nada.
2.     HAY QUE ACORTAR  EL TIEMPO DE LA CEREMONIA.  No es posible iniciar alfombra en torno a las siete de la noche y concluir con la entrega del Gran Soberano, a las 12 y 22 minutos de la madrugada, para lo cual se pueden adoptar una serie de medidas:
·       ALFOMBRA. Agilizar y acortar el tiempo efectivo de entrevistas a los artistas entrevistados en la misma, que no tienen que abundar en lo que hacen en sus carreras. Mejorar el nivel de las preguntas que se les hacen, tornándolas más inteligentes y trascendiendo el tema de las marcas y los modistos. Se pueden ganar 30 preciosos minutos
·       ESPECTACULO: Revisar la pauta de comerciales de estreno, que involucran el  estreno mejor producto de comunicación y mercadeo, pero que no se deben exceder en exposición. No hay que ponerlos en cada cambio, porque incluso la saturación de productos tan buenos, tiende a saturar al público y tener un efecto contraproducente en la gente público blanco. Se podrían ganar 20 minutos.
·       INTEGRAR TODAS LAS ENTREGAS AL ESPECTACULO. La entrega fuera de transmisión del área clásica y  algunos  de comunicación, renglones que no son menos importantes que ningún otro, aun cuando el l fuerte plato de miel siga siendo la competencia de los artistas populares y el Soberano. Se podrían usar el tiempo que se va ganando.
·       REDUCIR EL TIEMPO ENTRE EL FINAL DE LA ALFOMBRA Y EL INICIO DE LA TRANSMISIÓN EN VIVO. Se trata de dos espectáculos concomitantes, programados y subsecuentes. Se podría pasar del final de uno al inicio del otro. El  mínimo de tiempo que se extiende ese lapso es de 30 minutos que se podrían ganar. En oportunidades ha sido una hora. Ya se está ganando una hora.
3.     LIMITACION MÁS ESTRICTA DE LOS DISCURSOS DE AGRADECIMIENTO Y DEDICATORIA. Se puede usar el “micrófono que se achica” o  el corte del audio una vez dada el aviso musical. Si cada artista hablará un minuto, y son casi  50, necesitarían casi  una  horas. Recordar que para los artistas lo único que existe  en el mundo es …el artista. Nada más (esto, afortunadamente no se aplica a todos y todas).
4.     LA PRESENTACION. Es preferible usar un solo talento (baste recordar lo que hicieron Milagros Germán o Cecilia García, ellas solas, en emisiones anteriores, o de lo fue capaz Luisito Martí). Se  puede ganar cuando menos 20 minutos netos  de producción si fuera una persona y no dos las que presentan.
5.     REDUCCIÓN DESDE EL GUION DE LOS PARLAMENTOS DE LOS PRESENTADORES DE LOS NOMINADOS. En algunos casos se permitió mucha libertad y tiempo (como en el caso de los protagonistas del Noticiario Desinformativo, que estuvieron fuera de “tiempo” y . En justicia, la mayor parte de los presentadores tuvieron intervenciones directas, frescas y cargadas ligeramente de humor, pero hay que evitar tantas alusiones a la “elegancia masculina” y la “belleza femenina”, alimentando egos que no lo necesitan. Tener sentido del mensaje trascendente que se puede llegar al publico en esos segundos y no perderlo en vanidades hueras. Se pueden ganar 10 minutos netos de producción.
6.     AFINAR EL CRITERIO PARA NO PREMIAR BASURA TEXTUAL. No se debería premiar a ningún artista, por popular y vendedor de espectáculos y discos, si sus textos inciten a la discriminación y la violencia. Las letras están ahí. Solo hay que ver la producción de cada quien. No se puede premiar basura. 
7.     DARLE, EN CAMBIO MAS TIEMPO A LA ENTREGA DEL GRAN SOBERANO. Adjuntarle una presentación de video de apoyo. No hacen falta más de dos personas, tal cual se hizo, para entregarlo, parte de la nueva dinámica del Premio. Todo un acierto.

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