El caso Canoa en Caberete y los culpables no visibles

 La gestión del ex encargado del Distrito Municipal de Cabarete, Gabriel Antonio  Mora (Canoa) causó un daño considerable al turismo local, pero deja importantes experiencias que sirven de caso modelo y de estudio para acciones de la comunidad organizada frente a los comportamientos autoritarios  y  aberrantes que afectan la industria y a la comunidad.

Pero en el caso, hay culpables no tan visibles como la del propio Canoa. Veamos:

El caso del Sr. Mora apunta una metodología comunitaria e institucional exitosa frente al abuso del poder municipal, el liderazgo retorcido en el criterio éticamente cuestionable y sobre todo, deja reflexiones importantes en torno a las causas de un mal que, como el del poder mal administrado, deja el caso.

El del Sr. Mora (Canoa) es el primer caso que una la comunidad  organizada, las asociaciones de desarrollo, los hoteleros y sectores vinculados al turismo (desde la perspectiva privada), los medios de comunicación locales (particularmente el medio web Cabarete Noticias  (www. http://cabaretenoticias.com/); los medios de comunicación nacionales (Sobre todo El Caribe y El Nacional), los programas de investigación de Nuria Piera y Alicia Ortega  y la acción de asesoramiento y seguimiento que tuvo el Centro de Información y Comunicación (CICOM) apelan a la ley para enfrentar los desmanes de un caudillo local, de cuyas historias podría escribirse el guión de una película de realismo mágico.

Sin embargo, noto que nadie se ha ocupado de señalar los dos factores políticos de apoyo que tuvo el Sr. Canoa para llegar a estar donde estuvo y hacer lo que hizo: las dirigencias locales y regionales de los partidos de la Liberación Dominicana y Reformista Social Cristiano, entidades políticas que lo señalaron como su candidato en varias elecciones sucesivas (debido a que era una figura capaz de arrastras votos, producto a su vez, del clientelismo que generaba su ahora cuestionada metodología de administración.

Ahora toda la culpa pareciera ser de Canoa. Y no es así. Esos dos partidos debían asumir esa responsabilidad. Esas dos fuerzas políticas criaron el mounstrico. Debe hacerse cargo de sus consecuencias. Al menos, debían tener un acto de reconocimiento público, explicando y excusándose por su respaldo inexplicable.

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