Lo que han hecho cinco jóvenes artistas, procedentes de Francia, Venezuela y
Repùblica Dominicana con sus dos guitarras clásicas, una flauta, un violoncelo
y sus voces, es demostrar cuán grande es el talento cuando se comparte de la
mejor manera, en la más dulce de sus expresiones: música clásica y popular
vestidas de dignidad y abriendo sus páginas amigables a lo
indescriptible. Afortunadamente hay oportunidad de verlos de nuevo el día 21 de
este mes de julio en el Teatro Nacional.
Tres hermanas, las Peña Gomas: Nathalie (soprano), Evelyn (Flauta) y Nicole (violoncelo),
quienes han tenido la fuerza familiar para estudiar sus especializaciones en
Europa, y a quienes se agregan un joven
francés, Damiel Lancelle y otro de Venezuela, Jonathan Bolívar, (ambos guitarra
clásica), todos virtuosos en su entrega al arte, mostraron en salón Máximo
Avilès Blonda lo que son capaces de lograr desde su proyecto Esamble Spirituosi.
Ese quinteto tuvo su debut ante el público dominicano dando a
conocer un repertorio radicado en un concepto, ese que se apoya en piezas populares
latinoamericanas y caribeñas y en las creaciones de los maestros clásicos para ofrecerlos en
el marco de una armoniosa y creativa combinación de la dulzura de la flauta, la
solemnidad casi dramática del violoncelo, el respaldo de dos guitarras clásicas
magistralmente ejecutadas con la voz de la soprano Nathalie Peña Comas.
La forma de administrase musical y vocalmente dejó sorprendido
al publico
Entre otras piezas, fueron interpretadas la Sarandunga,
Guarapo Chenche, Mangulina y Yuca,(Julio Alberto Hernández); Ninfa del Alma
(Bienvenido Brens); Alma Llanera (P.E. Gutiérrez); La Papillón et la fleur (G.
Fauré); Granada ( Agustín Lara); Aria-Cantilena – (H. Villalobos); El día que
me quieras (Carlos Gardel); Hymne al l`amour (M. Monnot) y Toy Contento (Billo
Frómeta).
El concierto, organizado por Mónica Despradel y Dunia De
Wint, fue realizado a beneficio de la Fundación Nido de Ángeles y el
Patronato Dominicano de la Danza.
El resultado final, tras las once interpretaciones fue descubrir a unos talentos cargados tanto
de juventud como de la genialidad de un quínteto que se escapa con dignidad del tipo de
conjunto a que llama su definición.
Ensamble Spirituosi hace dignidad a la música de
trascendencia, no importa de donde venga ni como se le clasifique, para hacerla
universal por encima de sus etiquetas nacionales.
La oportunidad de unir a estos cinco muchachos, de tres
nacionalidades, con cuatro instrumentos y una voz, además de ser ellos todos
cantantes de excelencia a la capella, fue un permiso auditivo a la excelencia.
Un concierto que debía repetirse.
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